Proyecto Piloto en Tijuana

En la experiencia comparada con países que ya habían transitado, una de las recomendaciones fue que se realizaran apagones escalonados en áreas geográficas predeterminadas, además de comenzar con zonas piloto, a manera de ensayo, para que una vez constatado el éxito y completada la evaluación de los resultados, los apagones se extendieran a las demás zonas.

El Comité Consultivo de Tecnologías Digitales para la Radiodifusión había identificado un horizonte de acción de 2011 al 2014 para impulsar la penetración de la TDT en las ciudades que ya contaban con un alto nivel de oferta de señales; conforme a ello, se llevó a cabo una prueba piloto para el apagón analógico en 2013 en Tijuana, con el que se obtuvieron aprendizajes muy valiosos que permitieron guiar el resto de la implementación y las adaptaciones requeridas, incluida la normativa.

Con miras al éxito del proyecto, los técnicos y supervisores autorizados visitarón los hogares para determinar la necesidad de decodificadores y antenas, y proceder a su instalación en donde se contara con televisor analógico, descartando aquellos hogares que contaban con televisor digital o televisión restringida.

La Política de TDT vigente en ese momento establecía que para apagar una estación cuando menos el 90% de las personas que dependían de la televisión abierta debían contar con equipos receptores de TDT. El reto era grande: hablábamos de casi la mitad de los hogares de Tijuana.

María Lizarraga Iriarte
Titular de la Unidad de Medios y Contenidos Audiovisuales, IFT

A principios de abril de 2013 se realizó una encuesta para saber cuántos hogares contaban con equipos receptores; no existía la certeza de haber alcanzado la penetración del 90%, ya que el cese de transmisiones estaba previsto para el 16 de abril. Por ello, la COFETEL aplazó el apagón analógico para el 28 de mayo, tiempo en que se logró acreditar un 93% de penetración, con lo que pudo concretarse el cese de transmisiones.

De enero a marzo de 2013 se realizó un trabajo de detección, evaluación e instalación de más de 192 mil equipos receptores para la TDT (principalmente decodificadores), en tan solo nueve semanas.

Ese año, el estado de Baja California pasaba por procesos electorales, por lo que en atención a una solicitud del Comité de Radio y Televisión del Instituto Nacional Electoral (INE)10, se volvieron a prender las estaciones analógicas y se cambió la fecha de transición a la TDT para el 18 de julio, una vez que el proceso electoral hubiera concluido.

Con respecto al 7% de los hogares tijuanenses (14 mil 400) que todavía no estaban listos para la transición, la Presidencia de la República ordenó que se abriera una ventanilla de atención al público que recibió más de 12 mil casos entre el 31 de mayo y el 18 de julio. A las personas que recibieron atención también se les instalaron los equipos en sus casas.

Las estaciones de televisión en Tijuana terminaron definitivamente sus transmisiones analógicas el 18 de julio de 2013, con lo que esta ciudad se convirtió en la primera de México, e incluso de América Latina, en transitar a la TDT. Esto permitió recuperar 48 MHz de espectro radioeléctrico y contribuir a la liberación de la banda de 700 para otros servicios11.

Es importante considerar las lecciones en este proceso que fueron la base para los siguientes ceses de transmisiones y para adecuaciones de la Política TDT, entre ellas, se identificaron las siguientes:

  • Implementar un mecanismo de apoyo ciudadano en cada ciudad que se apaga, antes y después de la fecha de terminación de las señales de televisión abierta.
  • Contar con una campaña de información más amplia y eficaz, tanto hacia la ciudadanía como con los gobiernos estatales y municipales correspondientes.
  • Prever que las fechas de los apagones analógicos subsecuentes no se ubiquen en o cerca de periodos electorales, para evitar situaciones como la presentada en mayo del 2013 en la ciudad de Tijuana.
  • Revisar que los mecanismos para el levantamiento de cédulas de visita/instalación sean expeditos y confiables.
  • Contar con recursos humanos, materiales y financieros suficientes y oportunos para planear, implementar, dar seguimiento y, en su caso, perfeccionar el proceso de terminación de las transmisiones de televisión analógica subsecuentes.

El presupuesto para los decodificadores, antenas y logística no fue problema, sin embargo, no se había contemplado asignar un monto para campañas y estrategias de comunicación. En este caso, el mayor aprendizaje fue la importancia de comunicarse con la sociedad y con los gobiernos locales para explicar los beneficios de la transición, ya que la incertidumbre a partir de la falta de información repercute de forma importante en estos procesos.

Luis Fernando Borjón Figueroa
Ex Comisionado, IFT