Sin duda, todo el esfuerzo y entusiasmo invertidos por los actores involucrados que se comprometieron para cumplir con el mandato establecido derivaron en un gran logro para México: lograr la transición en los tiempos y formas previstos por la Constitución, la LFTyR la Política TDT y demás instrumentos normativos que constituyeron la política pública que el Estado Mexicano estableció para ello, garantizando la continuidad del servicio de televisión radiodifundida, así como la recepción de las señales digitales, con especial atención en los hogares de escasos recursos, en donde se alcanzó un 95.3% de penetración con los televisores entregados por la SCT, superior al mínimo de 90% requerido.
Esa conclusión implicó además la liberación oportuna de la banda de 700 MHz conocida como el Primer Dividendo Digital, que es el segmento superior de la Banda UHF –comprendida entre los 698-806MHz-, asignado posteriormente a otro de los proyectos estratégicos de la reforma en telecomunicaciones, que es la Red Compartida, ya que antes de la transición algunas porciones de esta banda estaban ocupadas por canales de televisión, los cuales fueron reubicados y, con ello, se liberaron 108 MHz del espectro radioeléctrico.
En materia de radiodifusión, se abrió el mercado a la entrada de más Concesionarios, se logró el fortalecimiento tecnológico, brindar certeza jurídica y la posibilidad de tener mayor pluralidad, competencia y diversidad. Con ello, los beneficios para las audiencias, los productores de contenidos, la industria y para el país en general, se reflejarán de forma cada vez más tangible en la mejora de los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones:
Actualmente algunas cadenas nacionales incluyen el servicio de Lengua de Señas Mexicana, con lo que la televisión sigue transformándose en beneficio de las audiencias.
Con la realización de transmisiones digitales se generó, a su vez, la posibilidad de utilizar Canales Virtuales, por lo que, el Instituto -como parte de la política generada para la transición a la TDT-, asignó a todos los Concesionarios del país los números de canal virtual que deben utilizar en adelante, en beneficio directo tanto de las audiencias -a quienes se brindó mayor claridad para la ubicación y posterior recepción de la programación de su elección- como de los propios Concesionarios, a quienes también se otorgó mayor certeza jurídica sobre la identidad programática de los canales de televisión, generada a lo largo de sus años de operación, o bien, para que sea parte de la identidad tanto de los canales asignados a nuevas estaciones, como de nuevos canales multiprogramados.
Hoy en día la televisión radiodifundida ofrece a las audiencias aquellos atributos por los que antes se contrataba el servicio de TV de paga: mejor calidad de audio e imagen, una mayor oferta de canales de programación, la guía de programación y la posibilidad de disfrutar canales en alta definición (HD) sin pagar por ellos. Además la TDT permite la transmisión de Subtitulaje Oculto, lo que claramente beneficiará a las audiencias con alguna discapacidad auditiva, al hacer accesibles sus contenidos.
María Lizarraga Iriarte
Titular de la Unidad de Medios y Contenidos Audiovisuales, IFT
La Red Compartida es una red mayorista que busca incrementar la cobertura de servicios de telecomunicaciones principalmente al estándar de transmisiones 4G LTE para garantizar la conexión en todo el país..
A partir de la Reforma Constitucional, otra de las razones por las cuales la transición a la TDT tenía prioridad era porque debía liberar la porción de la banda de 700 MHz del espectro radioeléctrico que sería utilizada para la Red Compartida.
La Red Compartida es una red mayorista de servicios móviles que ofrecerá capacidad de datos a otros operadores de redes móviles y a operadores móviles virtuales, a través de nuevos modelos de negocio que permitan aprovechar una infraestructura nacional de tecnología LTE (4G), para brindar el servicio en donde su infraestructura no está disponible, o bien, en donde se pretenda mejorar los servicios existentes, como puede ser la optimización de servicios de salud, educación y transporte. Esta red venderá todas sus capacidades y servicios, de manera desagregada y no discriminatoria, únicamente a operadores con infraestructura y a operadores virtuales, por lo tanto, no competirá con sus clientes, ya que no venderá servicios directamente a los usuarios finales.
Para el despliegue del proyecto, a principios de 2017 se conformó la primera Asociación Público-Privada autofinanciable del sector, con el Organismo Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones (PROMTEL), Telecomunicaciones de México (TELECOMM), ambos organismos descentralizados de la SCT y el consorcio Altán Redes.
Por lo anterior, de los 402 MHz destinados a radiodifusión de señales de televisión en el espectro radioeléctrico, se liberaron 108 MHz en la banda de 700 MHz, de los cuales 90 MHz se utilizarán para la Red Compartida:
La red compartida sin duda ayudará a que los operadores puedan brindar un mejor servicio para los usuarios... Ahora ya estamos trabajando incluso en el segundo Dividendo Digital. Como Instituto, tenemos muy claro hacia dónde queremos ir en materia de espectro.
Mario Germán Fromow Rangel
Comisionado, IFT
Todos los actores involucrados reconocen una serie de acciones estratégicas que en su conjunto contribuyeron al cese de transmisiones analógicas:
La transición a la TDT da cuenta de una nueva realidad digital con más y mejores servicios para las audiencias, una realidad que es producto de no haber sucumbido a la tentación de preservar el status quo, en la que se cumple con un mandato constitucional (…) y al hacerlo se genera certidumbre para la inversión y para las audiencias. Una realidad en la que prevalece el Estado de Derecho.
Gabriel Contreras Saldívar
Comisionado Presidente, IFT
Para el Instituto Federal de Telecomunicaciones la transición a la Televisión Digital Terrestre representa un logro de todos los involucrados y constituye un parteaguas para el servicio de televisión radiodifundida en México, dado que sentó las bases para generar una mayor competencia en este sector que durante mucho tiempo permaneció casi estático, en términos de nuevas concesiones comerciales.
Al tratarse de un proceso novedoso y desafiante para todos los países, el Estado Mexicano identificó, atendió y adaptó a su contexto, aspectos clave como la definición oportuna y consensuada del estándar de transmisión; la asignación de la fecha cierta para la conclusión de transmisiones analógicas y su establecimiento a nivel constitucional; la determinación de responsabilidades y coordinación de los actores necesarios; la implementación del proyecto piloto, cuyas lecciones se aplicaron; la flexibilidad respecto de ceses de transmisiones anticipados y para las estaciones y equipos complementarios de baja potencia; la comunicación, tanto con los actores, como con la población; así como todos los aspectos relacionados con la transmisión y recepción de las señales.
Adicionalmente, se aprovecharon oportunidades como el ordenamiento de canales virtuales para un mejor reconocimiento por parte de las audiencias y la actualización de reglas para la modalidad de multiprogramación; mientras que en el marco de la reforma constitucional, las licitaciones y generación de lineamientos claros para el otorgamiento transparente de concesiones, determinan en su conjunto la posibilidad de transmisión y acceso a más canales de programación.
En ese sentido, la competencia se presenta cada vez más desafiante para concesionarios, productores, publicistas -y en general, todos aquellos quienes contribuyen a la creación de contenidos-, en la medida en la que aparecen nuevos competidores, formas y dispositivos para acceder a la televisión, así como cambios generacionales, que en su conjunto impactan en el consumo de contenidos.
Por todo lo anterior, es evidente que el mercado de televisión abierta se está transformando y que recibió un impulso fundamental por el efecto decisivo de la actualización tecnológica, generando además beneficios para todos los involucrados.
Por ello, si bien se cuenta ya con acceso a un servicio de televisión radiodifundida con mejor calidad técnica, se seguirán fortaleciendo los mecanismos que garanticen una mayor pluralidad de emisores, opiniones y diversidad de contenidos, a fin de contribuir a la función social que cumple el servicio de televisión en un sistema democrático, a la vez que se avanza en la convergencia con los servicios de telecomunicaciones.